La espiritualidad de un jóven.
Muchos jóvenes en nuestro municipio no asisten a las diferentes iglesias por motivos diferentes; rechazan la espiritualidad que han recibido de sus padres, sus amigos etc.
La mayoría de muchachos de nuestro entorno prefieren orar con Dios en sus cuartos, encerrados sin que nadie los vea porque les da pena que otras personas se den cuenta de lo que están haciendo.
Un jóven tiene que partir de sí mismo, de afrontar su realidad y mirar su alrededor; contemplar el mundo que lo rodea y sentir en carne propia que no puede vivir siempre en castillos de arena; tiene que optar entre dos realidades que no puede evadir: construcción del reino o evasión del reino; es decir, con Dios o contra Dios; no se puede jugar con la vida y la opción mas importante del jóven es la de decidir su propia felicidad.
ANGELICA MARIA ARGUELLO NOVA